BLOG

¿Quién se queda con la vivienda familiar en un divorcio?
18 noviembre, 2025

La vivienda familiar junto con la custodia de los hijos quizás sean los temas más difíciles de tratar en casos de separación. Es una decisión que no solo afecta a la pareja, sino también a los hijos. Por eso, conocer cómo funciona este aspecto y entender los criterios que llevan a la toma de esta decisión es recomendable.

Un abogado experto en divorcios te explicará que la ley es muy clara en este aspecto: priorizar la protección de los menores. Generalmente, el cónyuge que se queda con la custodia de los hijos menores, se le concede el uso de la vivienda familiar, tanto si la titularidad de la vivienda es compartida como si es de uno de los cónyuges. En el caso de que no haya descendencia, el uso suele recaer en el propietario o se acuerda la venta de la misma.

¿Qué se entiende por vivienda familiar?

Se considera vivienda familiar a aquel domicilio donde la pareja y los hijos hayan residido de manera habitual hasta la ruptura. Este hogar será para el disfrute de los hijos menores y también del progenitor que conviva con ellos.

En el caso de que exista una segunda residencia o más, sólo se podrá destinar una bajo ese término. El resto serán consideradas como otro tipo de propiedades pertenecientes a la pareja o a uno de sus miembros. Es decir, cualquier tipo de decisión afectará únicamente a la vivienda familiar, no al resto de inmuebles.

¿Qué sucede cuando hay hijos menores de edad?

Como hemos podido observar, los hijos condicionan de forma directa la adjudicación del disfrute de la vivienda familiar, sobre todo si los descendientes son menores.

Por ejemplo, según establece el Código Civil en su artículo 96, si hablamos de una custodia monoparental, disfrutarán de la propiedad los hijos y al progenitor custodio, aunque la propiedad pertenezca a la otra parte.

En el caso de custodia compartida, el juez analizará las características de cada divorcio y optará en consecuencia. Como abogados de derecho de familia hemos visto casos donde se establece un uso alterno del hogar, dárselo a la parte de la pareja más necesitada o que sean los progenitores quienes se turnen la vivienda: los menores son los que se quedan en ella. Cada resolución es única y se estudian diferentes matices para que sea lo más justa.

¿Y si son mayores de edad?

Sin embargo, cuando los hijos son mayores de edad, no está vinculada con la custodia, sino quien más necesidades tenga o necesite más protección. En el caso de que haya descendientes mayores con discapacidad o dependientes, este disfrute de la vivienda familiar puede extenderse en el tiempo. El objetivo es garantizar un entorno estable hacia el hijo.

Otra situación bastante habitual es que los hijos son mayores de edad, pero todavía económicamente dependientes. En esta circunstancia, el progenitor custodio podrá seguir disfrutando de la propiedad, pero durante un determinado periodo de tiempo establecido por el juez.

¿Cuándo se extingue el derecho de uso?

A pesar de que el derecho de uso de la vivienda familiar parece indefinido, no es así. Existen muchos supuestos en los que ese disfrute de la vivienda se termina. Generalmente estos casos están establecidos y suelen ser cuando los hijos alcanzan la mayoría de edad, son económicamente dependientes o un magistrado lo ha establecido así.

Otra circunstancia puede darse cuando la parte beneficiada rehace su vida con otra persona dentro de la misma vivienda. En este tipo de circunstancia, la justicia es clara: ya no existe esa vivienda familiar, por lo que el contexto cambia drásticamente.

El hogar de cualquier familia es mucho más que un inmueble en una determinada calle. Es la vivienda donde se han pasado grandes momentos. La legislación en este tipo de contextos es clara, pero cada situación es única. Por eso, contar con un abogado divorcios especializado en esta materia, es una necesidad. Un profesional establecerá una estrategia para protegerte a ti y a tus hijos, así que no dudes en confiar en un bufete con experiencia.