
Lo ideal en cualquier proceso de separación o divorcio es que la pareja se lleve bien y termine con este proceso de forma rápida y sin complicaciones. Sin embargo, en más de una ocasión la relación entre los cónyuges no es la ideal y no hay consenso a la hora de hacer frente a aspectos como la relación con los hijos, reparto de bienes, disfrute de la vivienda etc.
En este tipo de situaciones es cuando se debe iniciar el trámite del divorcio contencioso. Una causa larga y complicada que puede llegar a enredar más la situación.
¿Qué es un divorcio contencioso?
El divorcio contencioso es el procedimiento judicial que se realiza delante de un juez. Ante la falta de acuerdo entre las partes implicadas, ya sea por la solicitud de separación o por el contenido incluido en el convenio regular, será un magistrado quien dilucide estos aspectos. En este ámbito la figura del abogado experto en divorcios requiere mayor importancia ya que será él quien nos represente. Para iniciar este trámite no hace falta el consentimiento de la otra parte, ni alegar las causas. Sólo hay que presentar una demanda, donde venga reflejado lo que se consideremos más justo para la pareja y los hijos, si los hubiera.
A diferencia del divorcio de mutuo acuerdo, un procedimiento contencioso es mucho más largo, más complejo y menos económico.
Fases del proceso
Presentación de la demanda
A la hora de abordar un divorcio contencioso son varias las etapas que se deben llevar a cabo. Como hemos escrito anteriormente, el proceso comienza cuando una de las partes interpone una demanda por medio de un letrado. En esa solicitud se detallan los hechos, así como un documento donde se incluyen las condiciones respecto a los hijos, bienes en común etc.
Contestación
Una vez presentada la demanda, el juzgado notificará a la otra parte que ha sido demandada y comenzará una cuenta atrás, para que el otro cónyuge presente su situación y sus peticiones.
Juicio
Tras la demanda y la contestación tendrá lugar el juicio. Antes de este hecho, ambas partes pueden llegar a un acuerdo en cualquier momento. Si se llega a un pacto, se recogerá dicho acuerdo, y terminará todo. Si no es así, ambas partes presentarán sus pruebas y argumentos y será el juez quien decida.
Sentencia
Tras escuchar a ambas partes, se emitirá una sentencia que deberá ser acatada por los protagonistas. Si no se está de acuerdo, se podrá interponer un recurso de apelación.
¿Cuánto dura un procedimiento contencioso?
La respuesta a esta pregunta no es sencilla ya que se deben analizar múltiples factores. Son muchas las variables que pueden interceder en el proceso: saturación de los juzgados, presentación de pruebas, existencia de hijos menores etc. cuanto más complejo sea todo el divorcio contencioso más se extenderá en el tiempo.
Como media podemos decir que este tipo de causas pueden durar desde los seis meses hasta el año o año y medio. Una eternidad si lo comparamos con el de mutuo acuerdo que se puede resolver entre 1 y 3 meses.
¿Qué pasa si hay hijos?
Una de los principales motivos del alargamiento de este tipo de divorcios son los hijos menores, ya que si existen, la demanda se remitirá al Ministerio Fiscal que dará el visto bueno al convenio regulador. En ese acuerdo debe aparecer el tipo de guarda y custodia, pensión de alimentos etc.
En cambio, si no hay hijos menores, el proceso será más liviano ya que sólo habrá que acordar la distribución de los bienes. En este contexto, se realizará la liquidación de bienes ya sean gananciales o separación de bienes y otros aspectos importantes como pensiones compensatorias, uso vivienda familiar etc.
Cuando nos enfrentamos ante un proceso contencioso, la figura del abogado de derecho de familia es muy importante. Más allá de representar nuestros intereses delante del juez, será una figura que nos guiará durante todo el proceso, asesorándonos y resolviendo nuestras dudas. Sin olvidar que será una apoyo importante en estos difíciles momentos.