
Con la aprobación de la Ley Orgánica 1/2025, referente a la eficiencia en el Servicio Público de Justicia, la mediación ha pasado de ser un método efectivo y recomendable a ser obligatorio. Este aspecto debe llevarse a cabo en algunos procesos civiles, como el caso de los divorcios, y su principal objetivo es rebajar la carga de trabajo de los juzgados y acelerar al máximo la resolución de este tipo de conflictos.
¿Qué es la mediación obligatoria?
La mediación obligatoria entra dentro de lo que se conoce como Métodos Alternativos de Resolución de Conflictos (MASC). Es un proceso donde una tercera persona, totalmente imparcial, puede ayudar a ambas partes a encontrar una solución negociada sin pasar por los tribunales. Esta figura será la encargada de, en el caso de un divorcio, que la pareja llegue a un acuerdo en materia de disolución del matrimonio, así como la relación con los hijos, el tipo de custodia, pensión alimenticia etc.
Su principal objetivo es que las dos partes entiendan la situación que tienen entre manos y analicen sus consecuencias. Es un aspecto muy recomendable cuando hay hijos de por medio, ya que son ellos los que más sufren las disputas de sus progenitores.
A pesar de que se relaciona la mediación obligatoria con el derecho de familia. También se da en otros ámbitos del derecho civil como conflictos con herencia y sucesiones, problemas sobre inmuebles y propiedades etc.
Con este tipo de proceso no solo se ahorra dinero y tiempo, sino que también reduce la tensión entre las dos partes. No hay que olvidar que se tratan de momentos muy delicados donde se sufre mucha presión.
¿Me puedo negar a participar?
Si una de las partes se niega, este proceso no puede llevarse a cabo así que sólo queda ir directamente a juicio. Eso sí, el juez puede suspender la tramitación del divorcio hasta que se realice la mediación o incluso ordenar hacerla. En este escenario ambas partes estarán obligadas a asistir.
Si finalmente no se ha llegado a ningún tipo de acuerdo, la causa seguirá por los cauces habituales, pero se tendrá que demostrar que se ha intentado buscar una solución alternativa, antes de acudir al juzgado. Para ello el mediador emitirá un acta que certifica este hecho, asegurando que no se ha llegado a un pacto.
¿Es recomendable la contratación de un abogado de derecho de familia?
Ya lo hemos dicho muchas veces, la figura del abogado experto en divorcios siempre es recomendable. Cualquier separación en un proceso complejo en el que se deben analizar muchos aspectos y el de la mediación es uno más. Por eso, a pesar de que un mediador es una figura imparcial y su cometido consiste en guiar a las personas en la resolución del conflicto, un letrado puede asesorarte sobre tus obligaciones, tus derechos y ayudarte a negociar.