
Una vez tomada la decisión de divorciarse uno de los aspectos más complicados es la custodia de los hijos. Por suerte, cada vez es más habitual la custodia compartida que la monoparental o exclusiva, pero no en todos los casos es así. Por eso, junto con el asesoramiento de un abogado experto en divorcios, también es aconsejable saber qué valora el juez para otorgarla. Aunque parece una labor sencilla, un magistrado analiza todo tipo de factores por lo que no es un proceso tan fácil como a priori parece.
¿Qué es la custodia compartida?
Más o menos cualquier persona se puede hacer a la idea de lo que significa la custodia compartida. Se trata de un modelo de guarda y custodia donde los cónyuges se reparten la convivencia de los hijos de forma igualitaria. Esta repartición puede darse de diferentes fórmulas como semanas o quincenas alternas, días sueltos entre semana más fines de semana alternos etc. Las alternativas son múltiples por lo que la opción más adecuada es llegar a un acuerdo entre las partes.
De todas formas, cada divorcio o separación son totalmente distintos, lo único que prevalece siempre, y que el juez dará preferencia, será el bienestar del menor.
¿Qué criterios considera el juez?
El artículo 92 del Código Civil ya deja bien a las claras los aspectos a considerar. “Las medidas judiciales sobre el cuidado y educación de los hijos serán adoptadas en beneficio de ellos, tras oírles si tuvieran suficiente juicio y siempre a los mayores de doce años.” Además, “los padres pueden acordar en el convenio regulador o el juez puede decidir que un cónyuge ejerza la patria potestad total o parcialmente”.
Para dilucidar este aspecto, el magistrado abordará criterios como: la relación llevada hasta la separación de los hijos con sus progenitores, el número de hijos, la voluntad de los mismos, teniendo en cuenta su edad y madurez, la relación entre los padres, el tiempo de convivencia, etc. En resumen, cualquier factor que posibilite que los menores lleven la mejor vida posible.
A su vez, también se tienen en cuenta otros criterios como los horarios y jornadas laborales de los progenitores, la distancia de los domicilios, su estado de salud etc. Por último, también es importante la opinión que tenga el Fiscal o los informes redactados por profesionales durante el proceso.
Errores que pueden perjudicar la custodia compartida
De todas formas en algunas ocasiones, ya sea por desconocimiento o por no contar con el asesoramiento adecuado, se comenten una serie de fallos que pueden perjudicar la custodia compartida. Este tipo de hechos puede que decanten la decisión de un lado o del otro por lo que es vital saber cuáles son los más habituales:
- Distancia entre domicilios. Ya lo hemos dicho antes, para una convivencia equilibrada lo lógico es que la distancia entre las viviendas no sea mucha.
- No tener una verdadera implicación con los hijos. Ambas partes tienen que tener un alto grado de participación tanto en la crianza como en el cuidado.
- No contar con un plan de parentalidad. En este plan se establecen cuestiones tan importantes como la educación del hijo, su salud, el periodo de tiempo que pasa con cada parte etc.
- Mala comunicación entre las partes. El juez da mucha importancia a que los cónyuges se respeten y tengan una comunicación cordial en beneficio del menor.
- No tener estabilidad emocional y económica. Se valorará la estabilidad emocional y económica de cada progenitor.
Cada caso de custodia compartida es diferente, por lo que es crucial contar con la ayuda de un abogado especializado en derecho de familia que pueda guiarte en el proceso. Si estás pensando en divorciarte, no dejes de consultar a expertos. Ellos sabrán cómo actuar desde el principio y guiarte en estos difíciles momentos.