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¿Qué pasa con las mascotas en un divorcio?
16 enero, 2025

Aunque a priori pueda sorprender, lo cierto es que uno de los temas de conflicto más recurrentes a los que hacen frente los abogados de divorcio son las mascotas. Hasta hace muy poco cuando ambos miembros de la pareja deseaban quedarse con el animal, se originaban conflictos. Por suerte, desde el año 2023 este problema ya está solventado y hay diferentes soluciones para dilucidar quién se queda con la mascota en caso de separación.

Con la reforma del Código Civil, que entró en vigor el 5 de enero de 2023, ahora las mascotas (perros, gatos, pájaros, tortugas etc.) han pasado de ser “cosas” a convertirse en “seres sintientes”. Esto es debido a la aprobación de la Ley de Bienestar Animal por lo que desde su aprobación cuentan con un régimen jurídico en los que tienen derechos y deberán ser respetados. De esta forma, al igual que los hijos menores, se debe establecer un convenio regulador que recoja aspectos como la custodia, quién asume los gastos que genera etc.

¿Quién se queda con la mascota en caso de divorcio?

A la hora de hacer frente a este proceso existen dos vías en las que se puede solventar este tipo de escenario: la vía de mutuo acuerdo o la vía contenciosa.

Como hemos dicho en numerosas ocasiones, un abogado de familia te dirá que la opción de mutuo acuerdo es lo más idóneo. Los cónyuges están de acuerdo en cómo repartirse a la mascota (custodia, gastos…) y será un letrado quien redactará el convenio. Una vez elaborado, se presentará al juzgado para que sea ratificado y aprobado.

Sin embargo, en ocasiones la pareja no se pone de acuerdo y es cuando hablamos de un procedimiento contencioso. En este caso, una de las partes presenta en los tribunales una demanda de custodia de mascota alegando sus posturas, siendo contestada por la otra parte. Ambas alegan sus argumentos y una vez admitidos a trámite se celebrará un juicio donde el juez determinará la regulación de la mascota. Este convenio será de obligado cumplimiento para todas las partes.

¿Y si no estamos casados?

Un aspecto a tener muy en cuenta es que si no estamos casados y somos pareja de hecho, esta legislación sólo tiene validez para las personas casadas. La reforma del Código Civil sólo recoge esta figura por lo que si no estamos casados y no llegamos a un acuerdo, brindar una solución se contempla difícil. El único escenario previsible es que se vayan dando sentencias que generen jurisprudencia y se regularice.

Como ves, en un proceso de separación se deben analizar todos los aspectos. Es mucho tiempo conviviendo juntos donde se han compartido muchas cosas tanto materiales como emocionales. Por eso, la figura de un abogado experto en divorcios y separaciones resulta fundamental. Él nos guiará y nos acompañará durante todo el proceso haciendo más llevadero este difícil momento. Si estás inmiscuido en un escenario de estas características, no dudes en recurrir a esta figura. Es el mejor aliado que se puede tener.