Una separación es un momento complicado que afecta a todas las partes, y más si hay hijos de por medio. Si hemos decidido poner fin a la relación con nuestra pareja, se puede hacer de dos formas: de mutuo acuerdo o de forma contenciosa. Cualquier abogado de divorcios te dirá que la primera opción es la más adecuada, pero si no os ponéis de acuerdo, comienza el procedimiento de un divorcio contencioso con sus respectivas desventajas.
Generalmente, una separación de estas características tiene lugar cuando la pareja no lima sus asperezas en temas tan importantes como la custodia de los hijos, la pensión de alimentos, el uso de la vivienda familiar etc. Los cónyuges son incapaces de pactar y es entonces cuando un juez tomará la decisión final.
¿Qué es un divorcio contencioso?
El divorcio contencioso es un procedimiento judicial que se recoge en el artículo 770 de la Ley de Enjuiciamiento Civil. Esta legislación se lleva a cabo cuando la pareja es incapaz de acordar su separación, no existe convenio regulador, por lo que será un magistrado quien determine el marco de la relación.
¿Cómo funciona un divorcio contencioso?
El divorcio contencioso comienza cuando una de las partes presenta una demanda en el juzgado. En esa demanda se solicita lo que considera más justo para ambos, y para los hijos en caso de que haya.
Para probar estos hechos, se debe adjuntar una serie de documentos que certifiquen que lo que decimos es cierto. Aspectos que acrediten nuestra situación económica como nóminas, cuentas bancarias, préstamos, hipotecas… Asimismo no podemos olvidar otros papeles como el certificado de matrimonio, partidas de nacimiento de los hijos, si los hubiera, etc.
Una vez presentada, se notifica a la otra parte y esta última tendrá un periodo de 20 días hábiles para presentar la contestación a esa demanda de divorcio desde su notificación. Después de este tiempo, el juez citará a ambas partes que deberán ir con su letrado y compadecer. Si existen hijos menores de edad, también deberá tomar parte el Ministerio Fiscal para asegurarse del cumplimiento de los intereses de los menores.
Durante el juicio ambos abogados expondrán sus argumentos y sus peticiones y se oirá a las partes si son citadas. Una vez terminada la vista, el juez dictará sentencia y establecerá las medidas oportunas (custodia, uso de la vivienda, pensión alimenticia…) que tendrán que ser aceptadas por ambas partes.
De todas formas, los cónyuges pueden llegar a un acuerdo en cualquier momento siempre y cuando haya un convenio regulador donde se establezcan los aspectos mencionados anteriormente.
¿Cuánto tarda un juicio de divorcio contencioso?
La respuesta es complicada porque son muchos factores los que se deben analizar. Saturación de los juzgados, la existencia de hijos menores, la complejidad del régimen matrimonial… son múltiples los elementos a analizar que pueden condicionar el tiempo que dura este tipo de asuntos, pero lo que es fijo es que un divorcio contencioso no se resuelve de la noche a la mañana.
Por suerte, los abogados de divorcio pueden solicitar medidas provisionales que regularán, de forma temporal, la situación de la pareja mientras se tramita todo el procedimiento.